Lactancia y microbiota: Una relación esencial para el desarrollo del bebé

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La leche materna se considera uno de los alimentos más completos y beneficiosos para el recién nacido. No solo proporciona los nutrientes esenciales para el crecimiento del bebé, sino que también es una fuente rica de microorganismos que conformarán la microbiota de los más pequeños. Esta microbiota tiene un papel crucial en el desarrollo del sistema inmunitario y la salud intestinal del bebé. En este artículo, exploraremos la relación entre la lactancia materna y la microbiota, y cómo impacta en la salud de los bebés.

Composición de la leche materna

La leche materna es un fluido dinámico cuya composición cambia con el tiempo y las necesidades del bebé. Se divide en tres fases: calostro, leche de transición y leche madura. Cada una de estas etapas contiene una mezcla única de nutrientes y microorganismos que se adaptan a las necesidades del recién nacido.

Está compuesta en un 87-88% de agua y contiene macronutrientes esenciales y componentes inmunitarios que ofrecen beneficios significativos para la salud del lactante. Los carbohidratos suponen un 7% de la leche materna, siendo la lactosa el más abundante. También contiene proteínas, como suero o caseína, entre otras. Y es fundamental la grasa y especialmente los ácidos grasos omega-3. El omega-3 DHA es fundamental para el desarrollo de la retina y el ojo. 

Además, formando parte de la leche materna encontramos anticuerpos, como la IgA, citoquinas, proteínas con acción antimicrobiana como la lisozima o la lactoferrina.

Microbiota de la leche materna

Aunque se creía que la leche materna era un líquido estéril, ahora ya sabemos que contiene su propia microbiota. Entre los géneros bacterianos que conforman el microbioma de la leche materna destacan Staphylococcus, Streptococcus, Lactobacillus, Enterococcus, Bifidobacterium y Propionibacterium. En total, se han identificado más de 700 especies bacterianas diferentes en la leche materna.

¿Cuál es el origen de la microbiota en la leche materna?

Los microorganismos presentes en la leche materna provienen de múltiples fuentes. La piel de la madre, la boca del bebé y el tracto intestinal de la madre son las principales. Se ha demostrado que algunas bacterias intestinales pueden migrar hasta la glándula mamaria. En este transporte intervienen células del sistema inmunitario como las células dendríticas que “atrapan” ciertos microorganismos y, a través del sistema linfático, llegan a la mama. De este modo, se contribuye a la diversidad de la microbiota en la leche.

Factores que afectan a la composición de la microbiota

Diversos factores pueden influir en la composición de la microbiota de la leche materna. El índice de masa corporal (IMC) de la madre, por ejemplo, afecta significativamente la abundancia de ciertos microorganismos. Madres con un IMC elevado tienden a tener una menor proporción de bifidobacterias en su leche. Además, el tipo de parto también juega un rol importante, ya que los nacimientos por cesárea suelen involucrar el uso de fármacos que pueden alterar la microbiota.

Oligosacáridos de la leche materna

Otro componente crucial de la leche materna son los oligosacáridos, conocidos como HMOs (Human Milk Oligosaccharides). Realmente, se trata de más de 200 moléculas distintas. Estos azúcares no nutren al bebé si no a su microbiota. Actúan como prebióticos, fomentando el crecimiento de bifidobacterias y otros microorganismos beneficiosos en el intestino del bebé. Esta es una de las razones por las que los bebés amamantados suelen tener una predominancia de bifidobacterias en su microbiota intestinal.

Beneficios de la microbiota para el recién nacido

La microbiota presente en la leche materna tiene múltiples funciones beneficiosas para el recién nacido. Ayuda a mantener la homeostasis intestinal, creando un ambiente favorable para el equilibrio del sistema inmunitario. Estos microorganismos promueven la tolerancia inmunitaria, lo que significa que el sistema inmune del bebé aprende a no reaccionar de manera exagerada a sustancias no dañinas como alérgenos y alimentos.

Digestión y protección contra patógenos

Los microorganismos de la leche materna también facilitan la digestión de los oligosacáridos y otros nutrientes. Además, tienen la capacidad de inhibir el crecimiento de microorganismos patógenos en el intestino del bebé, proporcionando una defensa adicional contra infecciones.

Conclusión

La leche materna es mucho más que un alimento, es una fuente vital de microorganismos que ayudarán a conformar la microbiota del bebé, jugando un papel esencial en su desarrollo y salud.

  • Yi DY, Kim SY. Human Breast Milk Composition and Function in Human Health: From Nutritional Components to Microbiome and MicroRNAs. Nutrients. 2021 Sep 2;13(9):3094. doi: 10.3390/nu13093094.

  • Lyons KE, Ryan CA, Dempsey EM, Ross RP, Stanton C. Breast Milk, a Source of Beneficial Microbes and Associated Benefits for Infant Health. Nutrients. 2020 Apr 9;12(4):1039. doi: 10.3390/nu12041039.

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